Por el P. Mario Romero Illanes
El P. Mario Romero, miembro del Instituto de los Padres de Schoenstatt, es doctor en Teología. Fue director nacional del Movimiento de Schoenstatt en Chile entre 1992 y 2003 y profesor de Teología en la Universidad Católica de Chile. Actualmente es director del Instituto de Sión, equipo interno de los Padres de Schoenstatt dedicado a estudio e investigación. Colabora en la formación de miembros de su comunidad y reside en la casa central de los Padres, en Monte Sión, Schoenstatt, Alemania.
El P. Mario Romero redactó el presente texto para una conferencia, con el objeto de aportar ideas que ayuden a comprender los hechos relacionados con acusaciones que se hicieran contra el P. José Kentenich, fundador del Movimiento de Schoenstatt, en los años 1950’.
Encontramos que se trata de una buena orientación para ayudar a comprender los hechos en su contexto histórico. Su contribución es sólida, precisa, objetiva y honesta. Agradecemos al P. Romero por aceptar hacer pública el presente texto.
Un intento de resumen
A comienzos de julio 2020 publicó Alexandra von Teuffenbach, historiadora italiana, un artículo en el diario alemán Deutsche Tagespost sobre el P. Kentenich. Desde entonces se ha acusado, discutido y publicado mucho sobre el tema presentado en esa oportunidad y sobre los temas asociados en este casi medio año transcurrido. Tratemos de ordenar brevemente el asunto.
1. Resumiendo algunas de las acusaciones básicas
La primera publicación recoge la investigación de la historiadora en los archivos del Santo Oficio que recientemente se habían abierto al público. Ella tiene una trayectoria de especial dedicación al estudio de la actividad del P. Sebastian Tromp, y en los archivos recién abiertos encontró lo referente a la visitación que él realizó por encargo del Santo Oficio al Movimiento de Schoenstatt y a las Hermanas de María entre los años 1951 y 1953.
En las acusaciones presentadas contra el P. Kentenich destacó los siguientes aspectos: – En general hay de parte del P. Kentenich abuso de autoridad.
– En lo descrito por la Hermana Georgia se muestra un abuso con connotación sexual. – Un instrumento clave para este abuso es el “Kindesexamen”.
El tema planteado es, como en la visitación misma, las acciones del P. Kentenich y sus posibles faltas. Para una segunda publicación en octubre usó en parte importante el material que le fue facilitado en el archivo de la provincia alemana de los Padres Pallottinos. Allí encontró las acusaciones de varias Hermanas de María que denunciaban distintos grados de abuso de autoridad. Ese material lo puso en conocimiento público a través de la publicación de un libro.
P. José Kentenich
Fundador del Movimiento de Schoenstatt
2. Registrando algunos aspectos de la discusión
Los puntos planteados han traído varias discusiones que están directamente relacionadas con ellos:
La intervención descrita por la Hermana Georgia necesita investigación y clarificación. El tema del posible abuso se refiere especialmente a dos aspectos: el traspaso indebido de límites y la preocupación por el daño causado y la persona dañada. El P. Kentenich considera esta intervención como un caso “terapéutico” de carácter excepcional, y esto debe ser estudiado en sí mismo por los muchos aspectos que concurren en él.
En cuanto a la acusación general respecto a un posible abuso de autoridad, el Santo Oficio se encontró con la presentación del Obispo Stein (quien había realizado la visitación diocesana) que indicaba en esa dirección. Muy gravitantes, aunque de distinta manera, fueron las opiniones de la Hna Anna (superiora general), la Hna Pallotta y la Hna Agnes, y otras Hermanas relacionadas con ellas. Aquí hay que incluir los testimonios recogidos en el libro de von Teuffenbach. Estas acusaciones deben ser clarificadas lo más posible a través de la documentación que ahora sea accesible y publicable.
En relación a esta acusación hay que clarificar el lugar que el P. Kentenich asume en el Movimiento de Schoenstatt y en las Hermanas de María como fundador, especialmente después de la segunda guerra mundial. Se le acusa de haber promovido un culto indebido a su persona. En este contexto hay que estudiar también los temas de la “corriente del Padre” en general y del “principio paterno (“Vaterprinzip”) en las Hermanas, recogiendo lo planteado por él y discutido ya en la visitación apostólica.
En cuanto a los instrumentos que se usaron, ya en la visitación misma no se habló sólo del Kindesexamen sino también de los actos filiales (“Kindesakte”). Ambas cosas emergen desde la espiritualidad de la infancia espiritual (“Kindlichkeit”) y toman formas específicas (y distintas) en la Comunidad de las Hermanas. Hay que aclarar la relación de ambas prácticas (y probablemente otras) con la persona del P. Kentenich. En las discusiones de ese momento también se incluyó los usos respectos a posturas de oración (“körperliche Haltungen”) aunque el P. Kentenich no las relaciona con el contenido de los otros puntos. Al conjunto de estas prácticas el P. Kentenich lo llama “Usanza” (“Brauchtum”).
Si bien muchas de estas materias fueron presentadas y discutidas durante las visitaciones, el material ha estado disponible solo en parte. En este momento, por la apertura parcial del archivo del Santo Oficio y del archivo de la provincia pallottina alemana, se dispone de muchos más documentos auténticos. Pero, aún así, es motivo de preocupación que hasta ahora no se haya hablado estos temas con más claridad al tratar la historia de Schoenstatt y la persona del fundador. Ha habido, por lo menos en parte, un cierto disimulo de los hechos y una ausencia de reflexión serena y objetiva. Esto debe ser corregido.
Ante el hecho de que se están retomando temas ya tratados en la visitación apostólica y solucionados al final de todo el proceso, los actuales acusadores han propuesto que no hubo rehabilitación del P. Kentenich. Esto es difícil de sostener dadas las acciones concretas que ocurrieron y que muestran claramente que el tema quedó resuelto. Pero una buena exposición de esta clarificación es buena para todos y especialmente para el propio P. Kentenich.
3. Recogiendo algunos avances
Ha sido necesario expresar que los puntos denunciados se toman con total seriedad y se deberán investigar acuciosamente. Si algunos de ellos ya fueron investigados y clarificados, debe volver a ponerse en evidencia el resultado de tales investigaciones. Si bien hay muchas cosas que no han sido conocidas públicamente o que incluso hoy están bajo reserva en el proceso de canonización (como declaraciones de testigos), es ahora el mejor momento de arrojar luz sobre algunos aspectos. Al respecto tiene la diócesis de Tréveris y su comisión histórica una importante palabra que decir pues hay que ver qué material es accesible y se puede usar públicamente. Para todo esto son las distintas comisiones de investigación una instancia necesaria y esperaremos los resultados. Sería una buena ayuda para todos recoger y ordenar las clarificaciones que se van produciendo para asegurar mejor el acceso a ellas y constatar su avance.
Para los distintos temas mencionados en el punto anterior se cuenta con presentaciones del propio P. Kentenich. Hay que estudiarlas con calma porque aclaran su pensamiento, su praxis y sus intenciones. Esto requiere recoger y ordenar el material. Es importante señalar que el P. Kentenich habla de los errores cometidos, sobre todo en las formas que tomaron ciertos actos relativos a él.
En el ámbito sexual ha ido quedando claro que las visitaciones no acusaron al P. Kentenich de faltas en este plano. Lo dice el P. Tromp en un decreto, lo corrobora el Cardenal Bea al final del exilio. Esto indica la manera cómo se recibió, se valoró y se proyectó la acusación de la Hermana Georgia. Los rumores que afectaban la integridad moral del P. Kentenich fueron enfrentados por él decididamente en la Apología 1960. En relación a lo presentado por la Hermana Georgia quedan pendientes dos aspectos: el trato a ella como persona y la clarificación general del ámbito terapéutico.
Santuario de Schoenstatt – Nueva Helvecia, Uruguay
4. Planteando algunos temas de fondo
Las denuncias de estas Hermanas antes, durante y después de las visitaciones son gravitantes en el desarrollo de ellas y condicionan sustancialmente la voluntad del P. Tromp y del Santo Oficio de alejar al P. Kentenich de su fundación. Aquí no se debe minimizar su importancia ni tampoco exagerarla. Se minimiza cuando se ignora o se calla. Se exagera cuando se descontextualiza y no se percibe del todo otros temas de fondo que están en la base de la discusión.
El tema más central parece ser el valor pedagógico de las “causas segundas”, es decir la importancia de los caminos naturales para el encuentro con Dios. Si bien esto vale en general, aquí se produjo una concentración en la importancia del vínculo a la persona del P. Kentenich de parte de las Hermanas para su camino de crecimiento humano y cristiano.
La formulación de esto como la realidad del “organismo de vinculaciones naturales y sobrenaturales y su interacción” toca la esencia de Schoenstatt. A esto el P. Kentenich dedica la Epistola perlonga 1949 con sus largas explicaciones sobre la comprensión de la obediencia, de la libertad, de la vida comunitaria, de la infancia espiritual, pero lamentablemente desconociendo en gran parte el contenido específico y la fuerza de las acusaciones directas de las Hermanas.
Recogiendo lo anterior vemos necesario clarificar los siguientes temas:
– Causas segundas
Es necesario un estudio amplio y fundamentado de la comprensión del rol de las causas segundas, y de los aspectos teóricos y prácticos que el P. José Kentenich ha desprendido de esa comprensión. Esencial para esto es la forma de entender y profundizar la relación entre la naturaleza y la gracia, y sus múltiples consecuencias para la vida cristiana.
– Infancia espiritual (Kindlichkeit)
El P. Kentenich sostiene que este tema es central en la espiritualidad de Schoenstatt y hay que exponerlo con claridad y detalle. Sus aspectos doctrinales y contingentes son muy importantes para Schoenstatt y se debe presentar y discutir las prácticas pedagógicas correspondientes.
– El lugar del padre
También es necesaria una presentación del lugar que le cabe al P. Kentenich en Schoenstatt como fundador, el tipo de vinculación a él que se quiere vivir y fomentar. En general hay que exponer los diferentes aspectos teóricos y prácticos asociados al rol del padre y de la autoridad según la concepción del P. Kentenich.
– Pedagogía
Sería muy conveniente recapitular los aspectos esenciales de la pedagogía de Schoenstatt atendiendo a los temas en discusión, como: efectos terapéuticos de los vínculos personales, el cuidado de los límites de parte del acompañante, el manejo de las fallas y errores que se van produciendo, etc.
– Historia de Schoenstatt
A partir de los nuevos conocimientos hay que presentar el tiempo de las visitaciones y del exilio de una manera más completa. Esto vale especialmente en relación al Tercer Hito de la historia de Schoenstatt (el 31 de mayo de 1949) y la comprensión de su misión.
5. Destacando algo central
Me parece que el tema central de las acusaciones es la persona del P. Kentenich. Al igual que en el tiempo de las visitaciones se ataca el lugar que él ha tomado en Schoenstatt, su autoridad moral y algunas prácticas en relación a él. También se usó el testimonio de la Hermana Georgia para atacar su integridad moral pero eso pareciera haber salido del foco directo.
Acercarse de una manera objetiva a la persona del P. Kentenich trae muchos beneficios. Esto permite conocerlo bien, especialmente en sus características personales. Un buen conocimiento de su persona ayuda a percibir su carácter, sus talentos y desarrollos, sus posibles defectos y errores. Especialmente importante es acercarse a su biografía porque ayuda a comprender sus raíces, sus dolores, su crecimiento, su vocación, también su misterio personal.
Conviene también revisar algunas acciones del P. Kentenich que merecen ser evaluadas críticamente. Un ejemplo importante de esto es su afán por destacar los aspectos terapéuticos de la pedagogía que propone y por realizar acciones en ese sentido. Aquí habría que revisar y eventualmente precisar y corregir.
Creo que algo central es no perder de vista que en el P. Kentenich hay un carisma dado por Dios a la Iglesia y vivido en íntima relación con todo Schoenstatt a lo largo de su historia. En la persona del P. José Kentenich reconocemos un don de Dios que él busca transmitir con claridad y trata de vivir íntegramente. Él mismo vive esto con una profunda “conciencia de misión”, es decir con la convicción de que Schoenstatt ha recibido de Dios un encargo profético para esta época. Desde aquí es posible entender muchas de sus actitudes y acciones. Formular ese carisma en el hoy de nuestra historia es tarea principal de los que se sienten llamados a sumarse a Schoenstatt.
Lo más importante, me parece, es que el P. Kentenich fue una persona que aprendió a amar. Es cierto que es esencial comprender su persona con un sano realismo y acoger su carisma desde la fe. Pero no basta eso para entender lo que pasó con él en la historia de Schoenstatt. La Familia de Schoenstatt se originó en una experiencia de amor y muchas personas se sintieron amadas por el P. Kentenich. Él tuvo que ir sanando lo más posible sus heridas y sus límites pero en ese diálogo aprendió a amar. Eso también hizo que algunas personas lo amaran mucho, a veces en forma exagerada o infantil. Pero el P. Kentenich se atrevió a amar. Sólo eso puede ser un argumento válido para una posible canonización: en el santo cristiano ha de ser posible de alguna manera contactar de nuevo el amor de Cristo que sigue irrumpiendo a través de nuestra naturaleza frágil y pecadora.